Felipe Próspero. Un heredero enfermizo al trono
Felipe Próspero (1657-1661), hijo del rey Felipe IV (1605-1665) y de María Ana de Austria (1634-1696), era el ansiado heredero al trono español. El niño padecía ataques epilépticos y escrofulosis. Se decía que los amuletos y talismanes que colgaban de su cinturón, pecho y hombro pintados por Velázquez tenían poderes mágicos. Se suponía que las campanas, las pomas de olor (bolas aromáticas) o los bezoares y las patas de marta protegían del mal de ojo y mantenían alejadas las enfermedades. Pero el rostro pálido del niño sugiere un destino oscuro. El niño delicado y de piel fina estaba destinado a la grandeza, pero murió cuando apenas tenía cuatro años.
Diego Velazquez, The Infant Philip Prosper, 1657–1661. Vienna, Kunsthistorisches Museum, Picture Gallery, Inv. 319.
