Salvador Viniegra y Lasso de la Vega

El pintor gaditano Salvador Viniegra y Lasso (1862-1915) inauguró un nuevo concepto de pintura de escena en el que la propia pintura, como una instantánea, se convierte en objeto de representación, prevaleciendo sobre el contenido ideológico propio de la pintura de historia. En este gran lienzo, Viniegra representó una escena rural cuyos rasgos más llamativos son la atmósfera luminosa y la caracterización de las figuras reunidas para presenciar la bendición de los campos por la Virgen para asegurar una buena cosecha. Esta obra, en la que ambos elementos se fusionan a la perfección, fue reconocida por la crítica como una obra maestra de la luz. Recibió la medalla de primera clase en la Exposición Nacional de Madrid de 1887 y otras medallas europeas en Múnich y Viena.