Dolor y violencia. Tecnología háptica y metaverso

En el siglo XVIII, el tacto era entendido como el órgano que amurallaba todo el exterior del cuerpo, siendo pues 

“guardia universal para advertirnos por todas partes de los socorros que nos llegan y de los peligros que nos amenazan”.

Sigaud de Lafond, 1767, en: Georges Vigarello, 2017

La escenificación del fervor, expuesto en las manifestaciones artísticas o en las procesiones de disciplinantes, representaba la fortaleza de nuestro cuerpo ante el dolor. Muchos mártires, como Santa Lucía, fueron representados en escenas en las que eran torturados por sus verdugos. Sin embargo, su fe les hizo aparecer como figuras hieráticas capaces de soportar y no mostrar la vulnerabilidad de nuestro cuerpo ante la violencia.