El Santo Rostro y la Catedral renacentista
Tras varios proyectos medievales, se emprendió el renacentista a mediados del siglo XVI. En encargo recayó en Andrés de Vandelvira que inició unas obras que terminarían en 1726.
El resultado fue un edificio de gran entidad concebido como relicario en piedra del Santo Rostro.

Cabecera de la catedral de Jaén con la capilla mayor, lugar que custodia al Santo Rostro. Foto: ©Catedral de Jaén.