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Giovanni Maria Butteri, Felipe II justifica sus pretensiones sobre la corona de Portugal, temple sobre lienzo, 216 × 270 cm. Florencia, Uffizi;, inv.1890, n. 7840.
Felipe II y las relaciones con Portugal
El cuadro pone de relieve otra de las cualidades del prudente rey, a saber, su respeto por el código hereditario de las monarquías europeas. El joven rey de Portugal, Sebastián I -sobrino de Felipe, hijo de su hermana Juana de Austria- murió prematuramente sin heredero. Felipe, al reclamar el trono vacante, no se basó en la fuerza de las armas, sino en la fuerza de la ley. El cuadro muestra, en efecto, siguiendo instrucciones precisas del comisario Ferdinando I de' Medici, cómo el rey ordena la consulta de la tabla genealógica (el árbol de los reyes) y cómo consulta a «muchos doctores con libros en torno a su trono».