Las campanas vaticanas
Vox Dei ac vox populi

Las campanas, consideradas como la voz de Dios y la voz del pueblo, tuvieron tradicionalmente un fuerte simbolismo e importancia en la Iglesia católica. Su uso ritual en la Basílica Vaticana fue continuo, aunque su excelencia se vio mermada por la falta de un emplazamiento estable debido a la ausencia de un campanario digno que realzara su sonido y espectacularidad. Durante las ceremonias de canonización, estaba reglamentado que todas las campanas sonaran al unísono con un alegre repique al que se añadían las campanas de otras iglesias romanas, convirtiendo toda la ciudad en un espacio festivo inundado de un sonido broncíneo que invitaba al júbilo por los nuevos santos. En la actualidad hay seis grandes campanas (cada una con su nombre) fundidas entre el siglo XIII y principios del XX.