El lienzo, que muestra al padre capuchino Brindes (Lorenzo da Brindisi) expresando su gratitud, ilustra otro episodio que confirma la acción constante y activa de Margarita por el mantenimiento y la defensa de la religión católica. El frente político ilustrado aquí se refiere a la acción de Maximiliano de Baviera, jefe de la Liga Católica contra los protestantes. El episodio, con Margarita y su esposo Felipe III como protagonistas, centra la mirada del espectador en la figura del homenajeado, el padre Brindes, que ya entonces se había distinguido en la lucha contra los otomanos, pero sobre todo por sus interacciones diplomáticas con los grandes duques de Toscana.