St. Teresa de Jesús 

(1515-1582)

Gracias a la intensa presión de los carmelitas descalzos, encabezados por el padre Domingo Ruzzola, superior de los carmelitas descalzos italianos, y de un grupo de nobles simpatizantes de la causa de la beata Teresa de Jesús, consiguieron vencer las reticencias papales y obtener la aprobación de su santificación. La futura santa contaba ya con numerosos seguidores gracias a su labor doctrinal y a su ascetismo, reflejado en muchos de sus escritos. Su experiencia mística de la transverberación, en la que el amor de Dios se le revela a través de un ángel que atraviesa su corazón con una flecha, se refleja en este grabado.

Mathäus Greuter, Theatrvm in ecclesia S. Petri in Vaticano, 1622. Rome, Archivio della Congregazione dell’Oratorio, C.I.S., XXXVI, 4.