Un modelo de grandes ceremonias
La Corte de Roma codificó y normativizó un Ceremonial que existía desde la Edad Media, siendo recopilado y redactado a finales del siglo XV. En 1563 Gregorio XIII avanzó en esta dirección creando la CongregazionedeiCerimoniali, institución reformada por Sixto V en 1588 y posteriormente por otros Papas, hasta el punto de regular toda la corte pontificia en base a un estricto protocolo. Una de las ceremonias más significativas fue la que se llevó a cabo durante el proceso de canonización. Tras su aprobación por la CongregazionedeiRiti, se publicaba la Bula de Canonización, en la que se establecían esencialmente todos los detalles prácticos de la ceremonia (día, hora, iconografía, etc.). El acto de proclamación de un nuevo santo requería magnificencia y pompa para honrar a Dios, al Papa, al santo y a los promotores de la causa. Todo ello mediante una magna ceremonia en la que efectos escenográficos, arquitectura efímera, símbolos, emblemas, pinturas, música, etc., actuaban conjuntamente para reivindicar Roma como caputmundi y teatro del mundo.